Los dragones son seres mitológicos famosos por su codicia, su envergadura y la capacidad de escupir enormes torrentes de fuego a voluntad. Suelen ser bestias admiradas, pero en occidente los dragones siempre han estado ligados con el mal, y han representado la maldad del ser humano.
Se ha creído en la existencia de estos seres, debido a la gran cantidad de cráneos y restos de huesos de grandes dinosaurios descubiertos en la antigüedad, por esto se ha atribuido la existencia de los mismos.
Aquí en occidente, los dragones han estado ligados al mal y la maldad, no solo representando el mal del diablo, como por ejemplo la capacidad de escupir fuego y la exigencia de sacrificar personas para apaciguarlos y que no arrasaran los poblados, sino también con la maldad humana, como por ejemplo la envidia y la codicia, uno de las mayores historias sobre la codicia de los dragones es la historia del dragón Fafnir, que era un enano codicioso, y ha medida que su codicia aumentaba su transformación a dragón iba efectuándose.
Pero para combatir esta parte oscura del ser humano, también había héroes que les hacían frente para demostrar que el ser humano es más que solo maldad y para demostrar que el ser humano tiene un lado valiente, bondadoso y altruista. En este caso la historia más conocida es la famosa historia de San Jorge, de como mató a un dragón con una lanza de hierro, salvando al poblado y a la princesa.
La evolución de lo que simbolizaba el dragón ha ido evolucionando y hoy en día casi se lo representa como un ser humano normal y corriente, con sus defectos y virtudes, que a pesar de parecer peligroso, no lo es y solo actúa en defensa propia al verse amenazado, aunque esto es más una estrategia para lavarnos la cara y no hacernos pensar en como somos de verdad.
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