Las fases de la luna pueden determinar el destino de las personas, éstas producen energías de las cuales podemos beneficiarnos, en el sentido de conocer los momentos propicios para tomar cualquier tipo de decisión.
LUNA NUEVA: Tiene relación con todo lo que comienza. Simboliza el instinto, los impulsos y la espontaneidad. Esta fase es ideal para empezar nuevos proyectos. Para lograr el éxito hace falta que tengamos una actitud positiva, si no lo hiciéramos así podría generarse desequilibrio.
LUNA LLENA: Tiempo de madurez. Se trata de una fase con mucho poder. Es muy positiva para aquéllas actividades que requieren mucha energía y trabajo con otras personas. Se relaciona, además con el cambio y dejar atrás el pasado, para emprender cosas nuevas. Momento de esplendor: si quieres que algo destaque tienes que realizarlo en esta fase de la luna
CUARTO MENGUANTE: Es un tiempo de hacer sacrificios, aunque muy despacio se produce crecimiento, el cual, será duradero y seguro. Todo lo que tenga que ver con deshacerse de problemas debería realizarse en esta fase. Momento para todo aquello que queramos concluir, para cerrar ciclos o eliminar malos hábitos o pensamientos negativos, tiempo de ruptura.
CUARTO CRECIENTE: Crecimiento rápido de todo. Tiempo para desarrollar aquello que queremos que prospere. Todo lo que realicemos para aumentar, lograr crecimiento o ganar hay que hacerlo en luna creciente. Las uniones que empiecen en esta fase llevarán a buen término. Momento para organizar trabajo en equipo, para invertir en proyectos financieros o económicos, en nuevos negocios o actividades.
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