Se conoce como lampadomancia al arte de adivinación consistente en pronosticar lo que sucederá basándose para ello en las sombras que produce una lámpara o una vela.
Si la sombra es frágil y tenue, significa que ante las circunstancias que están por acontecer, el consultante no se encuentra con suficiente fortaleza a nivel energético. Lograr las metas no es un imposible, pero será a base de perseverar y no rendirse, siendo muy constante.
Cuando la sombra cambia continuamente, implica que no se está seguro de lo que se está llevando a cabo, hay mucha incertidumbre además de una fuerte influencia de energías contrapuestas.
Si la sombra muestra uniformidad, indica serenidad para afrontar las circunstancias, equilibrio favorable para tus propósitos.
Si es una sombre enérgica, se traduce en eso mismo, una gran cantidad de energía y fuerza que si además permanece fija indica que podrás alcanzar lo que te has propuesto sin complicaciones ni adversidades.
Si la sombra no es muy grande implica complicaciones para realizar tus metas y conseguirlas puede ser muy difícil cuando no imposible. En cambio, una sombra que destaca por ser grande significa lo contrario, es muy positivo y además augura triunfo.
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