El violín es un instrumento de cuerda, que tiene un sonido agudo muy particular, que nació en el siglo XVI, y que se hizo realmente famoso por su complejidad a la hora de tocarlo.
En sus inicios, el violín no tenía el prestigio ni la elevada posición en el ámbito musical con la que cuenta hoy día, la única similitud con hoy día, era la complejidad que tenía su práctica, pero cuando hizo su aparición el violín se tocaba en las danzas populares por los campesinos y juglares en la calle, y si a estos bailes sumamos alcohol y la sexualidad y el deseo sexual que en aquella época no era nada controlado, tenemos una fiesta pagana en toda regla, lo que hizo que el violín no fuese bien visto por la Iglesia.
Además, esta relación con la fiesta y la dificultad de aprendizaje que conllevaba, le hicieron un nombre como el instrumento del diablo, con lo que fue aún más desprestigiado. Pero no fue solo esto lo que le valió ese título, fueron también las famosas historias de Paganini y Giuseppe Tartini las que le ayudaron con esa fama.
Se dice que Tartini, tuvo un “sueño”, en el que vendía su alma al diablo a cambio de que le dijese una obra para el violín extremadamente difícil y al “despertarse” escribió lo que hoy se conoce como “El Trino del Diablo” una obra dificilísima.
Es común ver pinturas de la época que representaban al mismísimo Diablo y sus esbirros, tocando el violín en el Infierno. También se ganó esta fama debido a su peculiar sonido, que era y es muy agudo, y al escucharlo durante un tiempo, el público parecía estar hipnotizado.
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