Las velas tienen un enorme valor en la práctica de la Magia ritual. Prender una vela simboliza que estamos haciendo uso de las potencias y energías asociadas al elemento Fuego. Siempre es bueno recordar que los aparejos que utilizamos en los trabajos mágicos son herramientas, apoyos de los que nos valemos para conseguir un fin. Las velas son mágicas en el momento que las concedemos esa cualidad.
Se pueden utilizar las velas para ejecutar ejercicios de introspección. La contemplación de su llama ayuda a tranquilizar la mente y favorece la concentración. También sirven para regularizar peticiones a entidades elevadas, para agradecer los dones recibidos, para enviar energías a otros seres, encarnados o desencarnados, que las necesiten, etc. Sus usos son múltiples aunque hoy me gustaría centrarme en un aspecto especialmente interesante a la vez que práctico y es la utilización de las velas para peticiones concretas según su color.
No hay más que echar un vistazo en cualquier tienda esotérica o incluso de decoración, para ver la inmensa variedad de velas que podemos encontrar. Distintos colores y formas que ofrecen muchas posibilidades de cara a los trabajos mágicos. También se venden velas y velones ya preparados (o eso nos dicen) para rituales concretos. Yo soy partidaria de que sea la propia persona que va a realizar el ritual quien la cargue y prepare la vela, porque de esta forma la dota de sus propias energías. De hecho, la ceremonia de preparación de las velas ya es en sí un ritual, si se hace de forma consciente y con un claro propósito en la mente, no cuando se colocan y encienden de forma mecánica, sin pensar en lo que se está haciendo.
Como dije antes, una vela no es más que un objeto como otro cualquiera, pero somos nosotros mismos quienes la convertimos en un utensilio mágico al impregnarla con nuestra intención. Es importante tener este concepto claro para poder realizar la práctica que voy a proponer hoy. Ya sabéis que yo prefiero poca teoría y mucha práctica, me gusta que cada persona piense y actúe de forma independiente, aunque se den unas pautas, desearía que cual desarrolle su manera personal de entender la Magia y trabajar con ella.
En realidad, la Magia no tiene cientos de normas rígidas que se deban cumplir de forma estricta, sino que da total libertad de acción a sus practicantes; si bien es cierto que se rige por unos principios básicos que ya conocemos: las Leyes Herméticas (a las que dediqué sus correspondientes entradas en el apartado de Ocultismo), todo lo demás queda al libre albedrío del practicante. En el caso concreto del uso de las velas según su color, sucede lo mismo. En realidad no hay una regla escrita en ningún lado que nos diga que tal color sólo se puede utilizar para un tipo específico de petición, de hecho es fácil comprobar que para un mismo propósito, distintas personas utilizan diferentes colores, y no por eso sólo una acierta y las demás se equivocan.
Hoy os voy a proponer algo que me parece fundamental para quienes queráis trabajar con velas y es que os creéis vuestros propio código de colores. Presentaré una relación de colores y usos, una de las tantas que puede utilizarse, pero no es la “correcta” simplemente es una más, os animo a que investiguéis un poco y luego decidáis qué correlación es la que más os gusta. Por poner un ejemplo, yo relaciono el color azul con los estudios, sin embargo sé de personas que para este tema utilizan el verde, el naranja o incluso el amarillo. ¿Quiere decir esto que hay alguien que lo hace bien y el resto mal? No, simplemente cada uno de nosotros hemos elegido el color que más nos ha inspirado para establecer esa relación. En mi caso, yo asocié en su momento el color azul con el estudio y desde entonces es lo que he utilizado, si ahora
Alguien me tratase de convencer para utilizar un color distinto en temas de estudio, no me sentiría cómoda y me costaría mucho trabajar con una asociación distinta a la que siempre he tenido.
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