El tarot es un popular juego de cartas cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XV. Entre los modelos antiguos apreciados por los jugadores en el pasado el conocido como Tarot de Marsella, es todavía ampliamente utilizado con fines adivinatorios. Como todos los tarots, éste en particular, tiene además de los palos tradicionales, una serie de 22 cartas, los Triunfos. Debido a las extrañas figuras que los ilustran, durante siglos estos Triunfos han ejercido un fuerte poder de fascinación. ¿Qué quieren decir? ¿Quién las creó? ¿Con qué propósito?
A través de una serie de investigaciones enfocadas principalmente en cuatro cartas, esta serie de artículos arrojan luz sobre una hipótesis sorprendente según la cual, el Tarot de Marsella, no es un juego de cartas ordinario sino que constituye el vehículo oculto de una profunda y compleja enseñanza filosófica.
Nos desplazamos hasta el Museo Francés del Naipe en una pequeña ciudad llamada Issy-les-Moulineaux, en las afueras de París. Allí encontramos una amplia información sobre la historia de este tipo de juegos.
El tarot de Marsella es uno de los muchos tipos de tarot que existen. Es una designación convencional. Probablemente debido a que a finales del siglo XVIII y durante la primera mitad del siglo XIX, e incluso después, este modelo se produjo solo en Marsella. Así que la gente se acostumbró a llamarlo tarot de Marsella pero de hecho es posible distinguir un origen italiano de estas cartas. Muchos de nosotros pensamos, y esto no es peculiar solo de los adivinos, que las cartas de triunfo forman una serie con un significado. Así que tratamos de entender qué significaban estas cartas.»
Thierry Depaulis, historiador del Museo Francés del Naipe.
Por ejemplo observamos El Carro con las misteriosas iniciales V.T. o La Templanza a la que vemos sosteniendo dos jarras que le permiten verter agua en el vino para así templarlo. Luego encontramos la carta del Mundo tan típica del tarot de Marsella con una mandorla y los símbolos de los cuatro evangelistas que no aparecen en otros tipos de tarot, de hecho. Y esto parece ser específico del Tarot de Marsella. Todo esto es muy intrigante. Cuando tratamos de entender el origen de estas cartas debemos mirar dentro del universo gráfico del siglo XV. No hay forma de que podamos escapar. Los manuscritos, los grabados, los escritos del siglo XV para tratar de reunir los elementos de un entendimiento y aún así, no es seguro de que se llegue a encontrar la clave de estas cartas. A continuación te dejamos una visita virtual al Museo Francés del Naipe.

El arte del siglo XV como referencia iconográfica del Tarot de Marsella
Volver a los orígenes de estos tarot implica la necesidad de investigar el arte del siglo XV. Pero ¿por dónde deberíamos comenzar? Salimos de París y nos dirigimos a Hungría. En 2007 una restauradora de arte que trabajaba en frescos recientemente redescubiertos en el castillo de Esztergom (a 50 km al Norte de Budapest) acababa de anunciar que había reconocido en ellos la mano de uno de los más grandes maestros del Renacimiento. El pintor Sandro Botticelli. Ahora este fresco presenta sorprendentes similitudes con uno de los Triunfos/Arcanos Mayores del Tarot de Marsella: La Templanza. En el sitio de la restauración, en las profundidades del castillo. El fresco en cuestión representa las virtudes cardinales entre las cuales está La Templanza.

«Este fresco fue descubierto en 1938 lo que significa la capilla del castillo donde se encontró ha permanecido 340 años bajo Tierra».
Zsuzsanna Wierdl Restauradora
Las capas superiores del fresco cubiertas por pinturas tardías muy dañadas por la estancia subterránea han sido limpiadas. Lo que reveló una pintura de gran calidad que vemos hoy. La observación directa del fresco y su comparación con la carta de La Templanza son muy similares. Pero ¿quién es el autor de de los frescos de Esztergom. Mientras restauraban la capa de pintura original descubrieron la mano del maestro florentino Sandro Botticelli. «El Nacimiento de Venus» del Museo Uffizzi en Florencia o «Venus y las Tres Gracias presentando regalos a una mujer joven» en el Museo del Louvre son obras con una técnica muy similar a estos frescos.
Las capas superiores de los frescos que causaron confusión han sido eliminadas. Y una imagen completamente nueva apareció. Eso es lo que permitió la atribución del fresco a Botticelli. Si se compara con la obra maestra de Botticelli, «El Nacimiento de Venus», vemos que la línea del cuello es la típica del pintor italiano.

El Diablo
Dibujo de Botticelli en Berlín
El Diablo (debajo)
Tarot de Marsella.

La atribución de este fresco, si es correcta, une a Botticelli con el Tarot de Marsella. Si indagamos aún más en la extensa obra pictórica del maestro florentino vemos otro trabajo que se relaciona por sus similitudes con otro Arcano Mayor. Es un dibujo de gran formato que se conserva en Berlín. Se trata del decimoquinto arcano: El Diablo. Un personaje visto de frente con las piernas ligeramente separadas. Los pies tienen garras en ambos dibujos al igual que cuernos en su cabeza y ojos cruzados. Las alas de murciélago que se despliegan en los ángulos superiores de ambas imágenes. Pero sobretodo, el centro de las dos composiciones.
En la carta es más explícito mientras que en el dibujo es más sutil. Botticelli, dirige la imagen del espectador con un círculo alrededor del punto central entre los mechones de pelo a los genitales masculinos de Lucifer. Pero, ¿por qué motivo ambas imágenes tienen el sexo del demonio en el medio de la composición? Sin duda es una carta que representa tradicionalmente los vicios y las dependencias así como el sexo propiamente dicho.
(Para descubrir más secretos sobre el Tarot de Marsella estate atento a nuestras siguientes entradas)
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